viernes, 21 de marzo de 2014

¡Ya llegó la primavera!

Ayer, 20 de marzo, exactamente a las 17 horas y 57 minutos de la tarde (hora peninsular) dimos la bienvenida a la primavera, una estación de la que podremos disfrutar durante exactamente 92 días y 18 horas y que dará paso al verano, cuyo comienzo se marca en el calendario el día 21 de junio.




La primavera es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas. El término prima proviene de «primer» y vera de «verdor». La palabra primavera es sinónimo de vida, juventud, sol, aire y con todo lo que tiene colorido. Esto se debe sobre todo por la abundancia de flores multicolores que hay durante los meses que abarca ésta estación del año. Se identifica con el tiempo en que una cosas ésta en su mayor vigor, hermosura y frescura.

La primavera se caracteriza por un aumento gradual de las temperaturas y de las horas de luz. Esas características sólo se aprecian en zonas de latitud media o alta. 


Curiosidades:

Algo que ocurre siempre que empieza la primavera es el cambio horario, que tiene lugar al comenzar el último domingo de marzo. A las 2 de la madrugada del domingo 30 de marzo los españolestendremos que adelantar nuestro reloj una hora. El anterior cambio horario, justo a la inversa, tuvo lugar el 27 de octubre de 2013 y lo que hicimos entonces fue atrasar nuestros relojes. El objetivo de esta modificación en los relojes, que España lleva aplicando desde 1974, no es otro que el de ahorrar energía. La medida, que llevan a cabo 70 países en todo el planeta, tiene como fin último el de reducir el consumo global, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz.
Habrá dos eclipses. A partir del 20 de marzo y hasta el 21 de junio podremos presenciar dos eclipses, de Luna y de Sol. «El 15 de abrirl un eclipse total de Luna podrá verse en Australia, el océano pacífico y América. Este eclipse será visible en España, en península y Baleares como penumbral y en Canarias como parcial. Dos semanas más tarde, el 29 de abril, un eclipse anular de Sol será visible en Oceanía, el océano Pacífico sur y la Antártida, pero no en nuestro país».



lunes, 3 de marzo de 2014

La "Gran riada del 57"

Se conoce como la gran riada de Valencia a la inundación que tuvo lugar el 14 de octubre de 1957, en la cuenca del río Turia, a su paso por la ciudad de Valencia, y que causó al menos 81 muertos, además de cuantiosos daños materiales.

Las alturas alcanzadas durante la riada en algunos lugares de la ciudad fueron muy variadas. Desde los 40 centímetros en la Avenida Reino de Valencia, pasando por los 80 centímetros en los Jardines del Real (Viveros), 2,25 metros en la Plaza de Tetuán, 2,70 metros en la Calle Pintor Sorolla, 3,20 metros en los Jardines del Parterre, 4 metros en la Calle de Las Rocas, hasta los 5,20 metros en la Calle Doctor Oloriz.

Tras esta riada se desvió el cauce del Turia al sur de Valencia, por el llamado Plan Sur, dotándolo de una capacidad que se calcula en 5.000 m³/s, además de otras obras menores de regulación del río.


Como dato curioso, la zona próxima a la Catedral quedó libre de las aguas, lo que demuestra lo acertado del emplazamiento original. Es posible que esta zona algo más elevada sea el motivo por el que el cauce del Turia formó una amplia curva a manera de semicírculo en torno a la ciudad, a la cual rodea hacia el norte, quedando esta zona de la Catedral en el centro. En cambio, la zona de la calle de las Barcas, cuyo nombre obedece a que constituyó un atracadero para las embarcaciones que remontaban el Turia en la antigüedad, no sólo se inundó sino que los colectores de drenaje actuaban como surtidores al quedar el nivel de las aguas del río por encima de la calle, agravando así los enormes daños ocasionados por la inundación.